Tejidos Embrionarios

“La motilidad tubular determina la forma progresiva de cada persona y le proporciona su sentimiento básico de identidad” 

Stanley Keleman

La vibración y el movimiento en los fluidos y células del embrión permite que se generen límites hasta crear las capas primarias, dando como resultado un interior y un exterior, lo que podemos relacionar con el aspecto psíquico y motriz, lo que da origen a la identidad.

Los tejidos embrionarios son importantes en este proceso. El endodermo es la capa interior, la cual produce los tejidos relacionados con la metabolización de la energía. Proporciona el revestimiento del tubo intestinal y de todos los tejidos de los órganos digestivos y de los pulmones. Las dos mitades del sistema nervioso autónomo tienen ramificaciones en los órganos internos que metabolizan la energía, estas dos mitades son el sistema simpático y el parasimpático. El primero nos prepara para la acción y un estado de emergencia, para luchar o huir. El parasimpático nos prepara para renunciar, y está asociado con la capacidad de entrega, relajación, el abrirse al placer, la pena y/o a la tristeza. El balance emocional también está relacionado con esta capa embrionaria. La capa intermedia, como ya se mencionó, es el mesodermo, la cual se transforma en el sistema óseo, muscular, los vasos sanguíneos y el corazón. Proporciona una estructura para el movimiento y la acción. La tercer capa, la exterior, es el ectodermo y este forma todos los tejidos nerviosos, incluyendo la piel, con esto, es el encargado de reunir información del mundo exterior.

 Subsistemas Nerviosos Centrales

 El ser humano tiene tres subsistemas nerviosos principales, que aunque el sistema nervioso se origina en el ectodermo, Boadella menciona que cada uno de estos tres subsistemas parece tener relación funcional con las tres capas embrionarias, y su interacción puede utilizarse como base para la diferenciación caracterológica. Estos tres subsistemas del sistema nervioso son: el sensorial cortical, cortical o extra-piramidal, y el vegetativo; en su interacción con los tejidos embrionarios saldrán otras tendencias que son de interés. 

En el primer subsistema con relación a lo sensorial, las personas pueden presentar un umbral bajo hacía los estímulos que reciben del mundo exterior, ya sea información visual, auditiva, influencias psíquicas o los sentimientos de otros; y les será difícil inhibirlos provocando así una tendencia sub-enfocada, mientras que una persona demasiado inhibida en este subsistema, provocará una tendencia sobre-enfocada.

 En el segundo subsistema, el cortical, se regula la postura y se pueden advertir dos tendencias: hipertonía o hipotonía; la primera de ellas es referente a un tono muscular hipertenso, con lo que el cuerpo está dispuesto a la acción constante, evitando el colapso sobre estimulando el reflejo de alarma, que tiene relación con el tercer subsistema; y que Keleman describe como el mecanismo que nos ayuda en las situaciones de urgencia, que nos prepara para huir o hacer frente a la amenaza y se asocia con la capacidad de mantener la verticalidad; en tales casos se emplea más energía de la necesaria para estar en posición erecta. Cuando una persona presenta esta tendencia puede tener dificultades para relajarse y ser adicta al trabajo.

Cuando existe una falta de tono muscular, el cuerpo es débil, está colapsado, hay poco soporte y estabilidad en la estructura física, lo que promueve una débil interacción con el exterior; lo cual puede llevar a la persona a una vida imaginativa, con dificultad de concretar o llevar a la acción sus ideas y también tener una sensación de “no poder” o “no ser capaz”, estar más necesitado; además, al tener sus diafragmas colapsados le será difícil mantener la verticalidad.

Finalmente, el subsistema nervioso vegetativo regula la vida emocional, estando relacionado con el endodermo y las dos ramas del sistema nervioso ya mencionadas anteriormente, el simpático y el parasimpático. Una persona con tendencia más dominante en el simpático estará sobrecargada. Boadella menciona que estos sujetos parecen “descargadores”, que tratan de dar salida a dicha sobrecarga con una emocionalidad fácil, pero no terminan de descargar. En el caso opuesto, una persona con influencia del parasimpático presentará resistencia a cargarse, quedará descargado, será propensa a la pasividad emocional o a retirarse del conflicto; en un extremo esto podría presentarse como depresión.

Estas zonas de vinculación entre los tejidos embrionarios y las características presentadas en los tres subsistemas nerviosos, ya sea sobre-enfoque, sub-enfoque, hipertonía, hipotonía, sobrecarga o descarga, nos dan un panorama más detallado para comprender la organización desde un patrón determinado por el tipo constitucional. Este patrón se presentará en el individuo y este se identificará con dichas características creyendo saber quién es. Estos aspectos ayudan en la terapia psico-corporal para saber lo que ha exagerado y suprimido de su verdadero ser, el individuo consultante. Estos patrones son una forma de estereotipo, poco cambiante y repetitivo, por lo que en terapia se buscará trabajar el cuerpo y la psique para recuperar la plasticidad mental y corporal del individuo, obteniendo además autenticidad y espontaneidad.

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